Tres veces durante el día y tres más durante la
la noche, investiga tu continuo mental
En el Budismo la verdadera práctica ascética es observar y proteger la mente con el mismo cuidado que protegemos una herida.
Hemos de observar la mente a todas horas, Si no podemos iniciar el día con una práctica, al menos pensemos: "qué maravilloso es estar vivo, voy a dedicar el día a beneficiar a los demas". Al medio día revisaremos nuestro continuo mental de nuevo y antes de acostarnos revisaremos todas las acciones del día y si detectamos alguna accion perjudicial hacia los demas generemos un sano arrepentimiento NO un sentimiento de culpa, y apliquemos los antidotos apropiados para purificar. Del mismo modo, sopesamos las actividades positivas y generamos un sincero regocijo que NO orgullo. Dicen que el verdadero asceta, hasta dormido esta atento a su continuo mental.
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